LA TRISTE HISTORIA DE PUPIN...

Uno de estos días, rebuscando informaciones en internet, cayó en mis manos ( o en mi monitor ) una fotografía que ilustraba en dos
simples imágenes una historia triste, y que, todos los que hemos perdido alguna vez un animal, comprenderemos... y quizá lloraremos. "Pupin", así se llamaba ese perrito que un día se perdió. Se le ve en la primera foto alegre, simpaticón, con esa sonrisa que nos ofrecen los perros... esa sonrisa que, en muchas ocasiones los humanos no merecemos. Sí, se perdió... Imagino la sensación de incertidumbre, de ignorancia de lo que pasa, que es tremenda, inquietante, y angustiante... Desconozco cuánto tiempo duró esa duda, pero sospecho que se convirtió en dolor, en desconsuelo, y en rabia cuando Pupin fue hallado muerto, como indica el pie de foto, "se encontró así, con las patas atadas a un cable, arrastrado, humillado, nadie vio nada"... Es inconcebible la crueldad que se utilizó contra Pupin, cuyo único delito era haber nacido perro. Es inconcebible del todo cualquier crueldad animal...

A la familia de Pupin, si algún día me lee, le pido disculpas por haber usado su imagen, pero sé que lo comprenderán cuando les diga que nuestra causa es perseguir el maltrato animal.